La energía eólica será la principal fuente de suministro de energía eléctrica en la Unión Europea en 2030 si los gobiernos son lo suficientemente ambiciosos en sus políticas climáticas y energéticas, según el último informe de EWEA, la Asociación Europea de Energía Eólica.
La eólica puede superar al gas, al carbón y a otras formas de electricidad a finales de la próxima década si los estados miembros europeos siguen el escenario más ambicioso en los objetivos de política energética que se han fijado para 2030.
La potencia eólica en Europa podría alcanzar un total de 392 GW –294 GW eólicos terrestres y 98GW de energía eólica marina–. Hoy, los 128,8 GW eólicos que hay instalados en Europa pueden cubrir el 10% del consumo de electricidad de la zona en un año de condiciones normales de viento.
Giles Dickson, Consejero Delegado de EWEA, ha indicado que “la energía eólica puede ser la base del sistema energético europeo en 15 años”.
El informe de EWEA describe una serie de prioridades que deben abordarse en el marco de la UE, que incluyen el desarrollo de planes de acción nacionales de energías renovables para los estados miembros; la simplificación de los trámites administrativos; la propuesta de legislación para el buen funcionamiento de los mercados energéticos y la reforma del Sistema de Comercio de Emisiones (ETS).
Lejos de suponer más costes para la economía europea, estas medidas se traducirían en un beneficio de 13.000 millones de euros, el equivalente a la financiación de la Unión Europea para las infraestructuras de transporte en los próximos cinco años. Además, la industria eólica podría crear hasta 366.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
Dickson ha indicado que “la energía eólica tiene sentido a nivel económico. Pero las autoridades deben demostrar más determinación en su programa. La eólica puede generar crecimiento económico en Europa incentivando la inversión, la creación de empleo y la reducción de las facturas de electricidad. Para que todas estas metas se alcancen, es necesario un nuevo diseño del mercado, una reforma del ETS y que los objetivos de 2030 sean vinculantes”.
Añadió que “la eólica terrestre es más barata que cualquier forma de nueva generación de electricidad. El año pasado en Europa se instaló más eólica que gas y carbón. La transición energética y económica europea está en marcha. Ahora los políticos deben decidir si aceleran esta transición o la frenan, lo que dañaría las inversiones y la creación de empleo”.
Para consultar el último informe de EWEA ‘Aiming High’, hacé click aquí.