Miles de marroquíes se echaron ayer a la calle para reclamar al rey Mohamed VI una reforma democrática. Los vientos de cambio que soplan desde hace dos meses sobre el mundo árabe han llegado a Rabat y Casablanca en forma de manifestaciones pacíficas, pero también a Tanger y Marraquech con enfrentamientos con la policía. En Alhucemas, un grupo radical prendió fuego a una comisaría. El empuje de la protesta en Marruecos puede ser medido no tanto por el número de participantes como por la osadía de las pancartas y eslóganes coreado s contra los negocios de la dinastía alauí, sin arremeter en ningún momento contra la persona del rey.
Mientras, en la vecina Libia la salvaje represión desatada por Muamar el Gadafi se ha cobrado ya casi 200 muertos en seis días de protestas, según Human Rights Watch. El representante libio en la Liga Árabe dimitió ayer en protesta por las matanzas. Europa y EE UU ha exigido a Gadafi que deje de masacrar a su pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario