Hugh Jackman utiliza un producto pensado y producido por dos argentinos.
Quizás lo descubrió en los tiempos en que interpretaba a Wolverine, el X-Men más emblemático, y quien no puede atarse los cordones debido a sus largas garras metálicas.
Lo cierto es que Hugh Jackman, o la actriz Chloe Moretz, forman parte del universo de clientes que compró 1 millón de unidades de Hickies, cordones que no se desatan, pueden usarse con cualquier clase de zapatillas y ajustarse según cada caminante.
Detrás de Hickies hay dos argentinos, Gastón Frydlewski y su esposa Mariquel, quienes radicados en Nueva York, dieron vida al proyecto.
Multiuso. Los Hickies, el invento argentino, busca reemplazar a los tradicionales cordones de tela. Foto: Hickies.
“Se me ocurrió Hickies hace 10 años, cuando estudiaba en San Andrés y tuve las primeras clases de entrepreneurship”, explica, desde Nueva York, Gastón Frydlewski.
Todo comenzó gracias a su falta de ganas para atarse los cordones. “Yo era uno de esos adolescentes que no se ataba las zapatillas y se los escondía. Y desde ahí noté que todos tenían un problema con los cordones: los padres con los chicos, los atletas al correr, las personas mayores para agacharse… Y finalmente me di cuenta que ninguna marca de calzado muestran la zapatilla con el moño”, rememora y, según dice, tras recibirse con 22 años de la carrera de Administración de Empresas salió a buscar dinero para su proyecto.
El problema fue que su falta de experiencia a la hora de manejar una empresa no convencía a los inversionistas, por lo que se volcó al trabajo en banca privada hasta que el dinero apareciera. “Muchos me decían: es una idea interesante pero vos sos joven y no tenés la experiencia para dirigir esta empresa”, recuerda hoy, con su producto ubicado en más de 30 países.
Junto a su esposa, se mudaron a Nueva York en busca de inversionistas –ya con más experiencia al hombro- que apoyaran su proyecto.
Y la idea pegó. “Lo lanzamos en Kickstarter y la idea era saber si había demanda para este tipo de productos. Queríamos juntar US$ 25 mil y juntamos seis veces eso, además de pre-vender más de 10 mil packs de Hickies”, cuenta Frydlewski.
Cada pack, con 14 unidades y un valor de US$ 15, se volvió un producto altamente demandado.
Fueron contactados por retailers que comenzaron a vender los Hickies. Luego, consiguieron distribuidores en Corea y Japón y así pusieron un pie en el mercado asiático. Corrían los últimos meses de 2012 y ya se habían vendido 200 mil packs de Hickies.
Hoy en día, Hickies cuenta con una de las tres grandes marcas de calzado apoyando el proyecto. “No puedo contar cuál es”, admite el emprendedor, pero adelanta que, para enero, los argentinos verán más de cerca su invento. “Vamos a vender a través de retailers tanto como a través de e-commerce”, concluye el emprendedor, con la mente ya puesta en lo que vendrá en 2015.
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