El caso recién se dio a conocer en estos días pero ocurrió en Tucumán el pasado 23 de marzo, en cuaresma. Según se pudo investigar, la escultura de Jesús, que se encuentra clavada a una cruz marrón, derrama sangre humana.
El milagro ocurrió en Tucumán el pasado 23 de marzo, en cuaresma. Una imagen de Cristo colgada en la casa de una familia lloró sangre. Se trata de un crucifijo con la imagen de Jesús en blanco. Sobre ella, una serie de manchas pueden ser apreciadas a simple vista, según informa el sitio elintransigente.com.
Más allá que por sí solo sea sorprendente, cada mancha de sangre derramada por la imagen corresponde a los estigmas sufridos por el Hijo de Dios al ser crucificado. Sus manos, pies, la cabeza con la corona de espinas y, finalmente, la lanza a un costado de su torso.
El hecho no fue revelado en el momento, ya que fue sometido a investigación y posterior comprobación por parte de las autoridades ecleciásticas de la vecina provincia. Pudo confirmarse mediante pericias que la sangre, efectivamente, es humana.
Como si fuera poco, en la misma casa, una imagen de la Virgen María y Jesús recién nacido, en brazos, segrega una extraña sustancia desde el interior, una especie de óleo con olor a rosas al que se le atribuyen una serie de efectos sanadores.
Fuente Cronica
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