(Democracia - Política - P/32)
BRIGADIER HIPOLITO MARIANI, CUMPLE PRISION DOMICILIARIA EN UN COUNTRY
EL GENOCIDA VIVE COMO UN REY
El hombre que tuvo a su cargo la histórica Mansión Seré, condenado en dos causas por delitos de lesa humanidad, pasa sus días en un barrio privado con todo el lujo. Además, no acepta los controles del juzgado para saber si cumple con las normas. Sus vecinos "famosos".
Por Gabriel Calisto
Es uno de los responsables máximos de la represión genocida en el partido de Morón. Desde su cargo de brigadier de la Fuerza Aérea, Hipólito Mariani estuvo en la coordinación de centros clandestinos como la "Mansión Seré", "El Chalet" del Hospital Posadas y las Brigadas Aéreas de El Palomar y Morón. Tiene condenas por su rol de brigadier mayor –a perpetua– y por haber sido el comandante del centro clandestino de detención, tortura y desaparición de personas que se instaló en el Posadas de Haedo. Pese a todo esto, vive como un rey.
Con 84 años, el genocida pasa sus días cumpliendo la prisión domiciliaria en un barrio cerrado con todos los lujos sin mayores controles, y sin siquiera cumplir con esas mínimas pautas que le fueron impuestas. Vive en el barrio privado La Pradera, en el partido bonaerense de Pilar, un predio de más de 650 hectáreas con un club de campo, establos, canchas de tenis, fútbol y hockey.
Tienen piscina climatizada cerrada y otra al aire libre, aunque muchos no las utilizan porque construyeron las propias en los terrenos de sus casas. También hay dos restaurantes de primer nivel, un colegio privado y un spa con jacuzzi, sauna, masajista y actividades para mayores (yoga, una de ellas).
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EL "DUEÑO" DE LA MANSION SERE
Como brigadier mayor, Hipólito Mariani estuvo a cargo, entre otros centros clandestinos de detención, de la famosaMansión Seré. Desde 1966 el lugar funcionaba como casino de oficiales de la Fuerza Aérea. El golpe cívico-militar lo transformó en un lugar de torturas, secuestros y muerte. El brigadier Mariani, según revelaron testigos a "Democracia", no participaba de las sesiones de tormentos y vejaciones a los detenidos ilegalmente. En la única causa en la que se sabe con certeza que estuvo presente durante una sesión de tortura fue en el Hospital Posadas, donde estaba apostado.
En el segundo aniversario del golpe, cuatro de los presos consiguieron fugarse estando esposados y escapando por la ventana del tercer piso. Uno de ellos es Claudio Tamburrini, quien tenía 22 años y atajaba en el club Almagro cuando fue secuestrado.
Los hechos de esa noche quedaron relatados en el libro "Crónica de una fuga", que en 2006 sería llevada al cine por el director Adrián Caetano.
Los militares, alarmados por la difusión de las actividades que realizaban, decidieron incendiar el lugar y trasladar a los presos a otras dependencias.
A partir del año 2000, en la intendencia de Martín Sabbatella, la Mansión Seré fue transformada en un centro polideportivo, pero también en la Casa de la Memoria y la Vida. Se realizaron excavaciones arqueológicas y se transformó en un centro para la protección de los derechos humanos.
"Es un lugar de vida donde antes hubo exterminio", definieron desde el municipio a "Democracia".
El filme "Crónica de una fuga".
En la casa de Morón mantuvieron detenidos hasta 1978.
Torturas en la película de Adrián Caetano.
El country tiene spa, piscinas, club house, restaurantes y un establo.
La Camara de Casación destacó las dificultades para controlar a Mariani.
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