La desopilante historia de "La Fragata"
En donde a medida que avanza el relato, el incauto lector percibe que lo que parecía ser no es, o lo que en realidad es, parece ser otra cosa, o… ¡Sorprendente! ¿Cómo se pasó de un hecho de entrega a un acto de soberanía? Increíble. Claro, hablamos del tema de "La Fragata", que nos tuvo setenta y nueve días en vilo y que culminó ayer en Mar del Plata, con pito, bombo y matraca, con marchas militares, petardos y fuegos artificiales, con puños cerrados, rostros enrojecidos y gargantas ardiendo, de tanto gritar patria, dignidad y soberanía. Si pareciera que hubiéramos asistido a la Segunda Vuelta de Obligado.
A esta altura conviene soplar tanta niebla que nos dejó el relato y volver la cabeza hacia atrás para ver de qué se trata. Y se trata nada menos de la tan mentada deuda externa. Vamos a los hechos.
El actual gobierno es un ejemplar pagador de la deuda externa, considerada fraudulenta e ilegítima, por haber sido contraída en gran parte por la última dictadura militar para llevar adelante sus sanguinarios negocios.
En el marco de esta filosofía (honrar la deuda), en los años 2005 y 2010 el gobierno argentino largó sendos canjes de deuda produciendo una quita cercana al 75 por ciento. A estos canjes se avinieron casi el 97 por ciento de los acreedores, pero el resto no aceptó los términos y se negó a cobrar de esa forma. Estos son los llamados "fondos buitres".
Estos "fondos buitres" apelaron a tribunales internacionales en defensa de "sus derechos" y sobre esta base se declaró el embargo a bienes del estado argentino, fuera del país. "La Fragata" amarró inocentemente en Ghana (África) y, por orden de la justicia norteamericana fue retenida, avalando las exigencias de dichos "fondos buitres".
El gobierno argentino tiene que responder a un tribunal yanqui porque en su momento lo reconoció (y lo sigue haciendo) y aceptó formar parte de este orden internacional. Hay que decir que varios países latinoamericanos no reconocen estos tribunales y no aceptan ser juzgados por éstos.
Así las cosas, el gobierno argentino se comprometió ante este tribunal yanqui a reabrir el Canje de la deuda, para que esos llamados "fondos buitres" puedan cobrar.
Después de setenta y nueve días se deja en libertad a "La Fragata", para que retorne a nuestra querida patria. Claro que en el medio de esto hubo que pagar unos cuantos millones por el derecho de "La Fragata" a permanecer en el puerto de Ghana. No importó el hecho de que estaba obligada a permanecer allí.
El final es cercano y aún suena en nuestros oídos y reluce en nuestras pupilas, después de verlo en todos los canales de televisión. Pasemos en limpio: se paga una deuda ilegítima y fraudulenta, se acepta un tribunal imperial, se abre la posibilidad para que los llamados "fondos buitres" puedan cobrar. En definitiva se hace prácticamente todo lo que los organismos imperialistas internacionales quieren que hagamos y para peor, ¡la deuda sigue creciendo!, claro, ahora transformada gran parte en deuda pública.
A esta altura cabe hacerse la pregunta: ¿De qué soberanía nos hablan?
¡Asombroso! Realmente asombra la capacidad de dar vueltas las cosas a la vista de todos nosotros. Fin de este capítulo. Se cierra por hoy el libro. Mañana lo volveremos a abrir porque siempre nos espera otro capítulo donde la magia del relato nos dejará con la boca abierta.
DIFUNDE Aurora Tumanischwili Penelón por FeTERA FLORES (Federación de trabajadores de la energía de la República Argentina en CTA) y CO-FUNDADORA DE LA PLATAFORMA GLOBAL CONTRA LA GUERRA, sede en España. |
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